La liposucción es un ejemplo perfecto para ilustrar la evolución de la cirugía plástica a lo largo de los años. Actualmente, la liposucción es considerada como uno de los procedimientos de cirugía cosmética más seguros y probablemente el más realizado en el mundo. Sin embargo, este procedimiento tomó años para perfeccionarlo y no siempre fue tan mínimamente invasivo y seguro como lo es hoy en día.
Cómo empezó todo
En la década de 1920, un cirujano francés llamado Charles Dujarier realizó una cirugía en un bailarín. Intentó reducir la capa de grasa en las rodillas y pantorrillas utilizando cortes directos en el tejido. El resultado fue desastroso ya que dañó una arteria importante y ocasionó que el bailarín terminara con una pierna amputada. Por lo tanto, el concepto fue abandonado y más nadie se atrevió a realizar una operación para eliminar grasa durante varias décadas.
No fue hasta los comienzos de los años 60 cuando un doctor alemán llamado Joseph Schrudde nuevamente intentó eliminar exceso de grasa. Aunque la cirugía no fue exitosa, abrió el camino para otros doctores tales como el ginecólogo Italiano Giorgio Fisher para comenzar a experimentar con el principio de succión en 1974. Durante este tiempo, las complicaciones tales como hematoma y seroma seguían haciendo a la operación poco fiable.
En 1978, el doctor Francés Yves Gerard Illouz y Pierre Fournier finalmente desarrollaron una técnica de liposucción revolucionaria. La operación fue realizada con tubos finos llamados cánulas y tenían puntas redondeadas que no lastiman los vasos, reduciendo significativamente el sangrado después de la cirugía.
Sin embargo, el verdadero cambio fue en 1985, cuando Jeffrey A. Klein, un dermatólogo de California, inventó el método de liposucción tumescente. Esta técnica revolucionaria requiere una infiltración de un líquido que contiene lidocaína (un anestésico local) y epinefrina o adrenalina (sustancias que causan una vasoconstricción localizada) en el tejido graso subcutáneo que necesita ser succionado. Por lo tanto, el sangrado después de la liposucción se reduce sustancialmente. Esta técnica fue presentada en una conferencia médica en Filadelfia en 1986 y fue publicada en la American Journal of Cosmetic Surgery en 1987. Ahora es realizado en todo el mundo.
Hoy en día, la liposucción es casi indolora y tiene uno de los periodos de recuperación postoperatorios más cortos. Los resultados del procedimiento son fácilmente sostenibles, si el paciente sigue estrictamente las recomendaciones del cirujano. La liposucción ciertamente es la intervención de referencia para eliminar radicalmente y permanentemente el exceso de grasa localizada en ciertas áreas del cuerpo.
A pesar de que la liposucción se está volviendo una de las cirugías cosméticas más comunes disponibles hoy en día, esta operación debe ser realizada por un cirujano plástico con mucha experiencia. El procedimiento también debe ser realizado en una instalación médica que tenga todo el equipo necesario y que cumpla con los estándares de seguridad.
Liposucción y pérdida de peso
La pérdida de peso no es el objetivo de la liposucción, y los pacientes deben ser conscientes de esto antes de programar la operación. El procedimiento está diseñado para restaurar la armonía de las características del paciente contorneando su cuerpo. La liposucción no es una intervención para arreglar la obesidad. Aunque el paciente pueda perder unas libras dependiendo de la grasa a eliminar durante la cirugía, el objetivo principal de la liposucción es esculpir el cuerpo para tener una mejor silueta, no sólo absorber la grasa.
Mejores resultados en depósitos de grasa localizada
Los mejores resultados logrados después de una liposucción se ven cuando tratamos áreas específicas con depósitos de grasa localizada. Estos depósitos de grasa usualmente son resistentes a cualquier tipo de dieta o plan de ejercicio. Las áreas como el abdomen, muslos, brazos, rodillas, pantorrillas y estómago son los más usualmente afectados por estos bultos adiposos. La liposucción es la intervención óptima para realizar en estas áreas, tomando en consideración de que no haya piel flácida y otras imperfecciones a corregir. Para obtener resultados excelentes después del procedimiento, se recomienda a los pacientes estar lo más cerca posible de su peso ideal.
La elasticidad de la piel es esencial
La liposucción es ideal para personas con una buena condición de piel. Para un resultado óptimo, el cirujano plástico se asegurará de que la piel del paciente tenga una buena elasticidad para que se pueda retractar apropiadamente para ajustarse a los nuevos contornos del cuerpo. Cuando el paciente tiene una buena calidad de piel, también pueden evitarse irregularidades superficiales.
Conclusión
Una vez que la persona ha alcanzado la pubertad, el número de células de grasa estará completo. Las células adiposas no pueden multiplicarse durante la vida adulta, pero pueden incrementar en volumen cuando ocurre un aumento de peso.
En caso de un aumento de peso después de la liposucción, las libras se ajustarán difusamente en el cuerpo, predominantemente en las áreas que no fueron tratadas con liposucción. Cuando el paciente pierde el peso ganado, los contornos de la silueta lograda después de la liposucción podrían ser visibles de nuevo. Tenga en cuenta que las fluctuaciones de peso después del procedimiento de liposucción podrían alterar los resultados de la intervención.
Es esencial para los pacientes entender que incluso si una liposucción ahora es uno de los procedimientos de cirugía plástica más comunes y seguros realizado en todo el mundo, no es un método de pérdida de peso y tampoco una intervención que se deba realizar repetidas veces.