La reducción de senos es una intervención quirúrgica que permite la reducción del volumen de los senos mediante la extirpación de una parte de los senos que contiene grasa, glándula mamaria y tejido de la piel. Después de la extracción del exceso de tejido, los senos son reconstruidos y reposicionados a una posición anatómica y estéticamente correcta en la pared torácica.
El procedimiento tiene una gran demanda en la actualidad, ya que las mujeres que se enfrentan a senos demasiado grandes pueden tener dificultades para realizar incluso actividades físicas simples como correr. Además, los senos son una característica importante del cuerpo de la mujer que puede influir en la autoestima y la imagen corporal de la paciente.
Las principales razones por las que las mujeres deciden someterse a la cirugía de reducción de senos son:
Senos demasiado grandes y poco agradables desde el punto de vista estético.
Senos que causan dolor de espalda, cuello y hombros debido a su gran volumen.
Senos que causan dificultades para respirar, especialmente cuando se realizan actividades físicamente exigentes.
Dificultad o imposibilidad de realizar actividades físicas o deportivas regulares.
Asimetrías cuando un seno es mucho más grande que el otro.
Tener senos demasiado grandes también puede causar incomodidad emocional y lucha para las mujeres que no quieren ser definidas por el tamaño de sus senos.
Someterse al procedimiento de reducción de senos aliviará las molestias asociadas con tener senos grandes y también mejorará la apariencia general de la paciente.
El procedimiento es una operación quirúrgica compleja que debe ser realizada solamente en una instalación médica acreditada por un cirujano plástico certificado. La reducción de senos a menudo se realiza con la paciente bajo anestesia general.
La anestesia general es una especie de coma inducido por medicamentos. Cuando bajo los efectos de la anestesia general, el paciente pierde los reflejos de protección. Una variedad de medicamentos pueden ser administrados con el objetivo de inducir el sueño, la amnesia, la falta de dolor, la relajación de los músculos y la pérdida de control y reflejos autónomos. La combinación óptima de estos agentes se decide para cada paciente después de una consulta con el anestesiólogo. Además, el médico debe considerar la historia clínica del paciente antes de decidir el tipo correcto de anestesia.
La anestesia general se ha utilizado durante décadas, ya que permite que el paciente se sienta cómodo durante procedimientos prolongados y no tenga recuerdos de lo que sucede durante la operación. Esto significa que el dolor o malestar que ocurrió durante la cirugía no será sentido o recordado.
La anestesia general utiliza agentes intravenosos y de inhalación para permitir un acceso quirúrgico adecuado en el punto quirúrgico. Cuando se utiliza anestesia general, el propósito es que el paciente pierda la respuesta natural al dolor, pierda la memoria, la conciencia y los reflejos motores, así como la relajación de los músculos.
La anestesia general a menudo se recomienda para procedimientos que duran más de una hora para la comodidad del paciente. Por supuesto, es importante que el paciente tenga una consulta con el anestesista para descartar cualquier posible contraindicación a la anestesia general.