Lipo

15th Ago 2017

La liposucción es uno de los procedimientos más comúnmente realizados en los Estados Unidos. Es una técnica de contorno del cuerpo que elimina los depósitos de grasa alojada en determinadas zonas resistentes a los medios naturales como la dieta y el ejercicio. Con la ayuda de la liposucción, los pacientes pueden deshacerse de la grasa no deseada y obtener una figura más elegante y estéticamente grata. Es importante que comprenda que, al igual que cualquier cirugía, la cirugía plástica conlleva algunos riesgos y posibles complicaciones. A pesar de que la liposucción se considera un procedimiento mínimamente invasivo, los efectos secundarios pueden ser incómodos para el paciente. Cuando realizamos la liposucción, usamos una cánula ahuecada que atraviesa las capas de grasa del abdomen, y ésta se encuentra conectada a una máquina de succión. A través de esta cánula se succiona la grasa en un movimiento en vaiven que puede causar ciertos traumas y lesiones a las grasas circundantes que permanecen en su lugar después de la liposucción. Es muy posible que este movimiento pueda afectar inadvertidamente la capa linfática y dañar los vasos linfáticos. El cuerpo responde ante esto con el envío de vasos sanguíneos extra para curar el área y esto, combinado con los tejidos traumatizados y fluidos corporales esencialmente resultan en un efecto secundario muy común, que es la dureza en el área específica durante la liposucción. La dureza se siente como un jamón ahumado y esto puede ocurrir en cualquier procedimiento de liposucción. Usted necesita ser muy paciente ya que esto va a resolver por sí solo con el paso del tiempo. La buena noticia es que el cuerpo reabsorberá completamente muchas de estas áreas. El uso de fajas de compresión y la realización de un masaje linfático como parte de la atención postoperatoria le ayudará a resolver la dureza en el sitio quirúrgico. Las fajas de compresión ayudan a la piel a retractarse y asegurar un resultado uniforme, mientras que un masaje linfático significa reducir el edema y ayudar en una recuperación más rápida. Típicamente, la dureza se resuelve dentro de los 6 meses. A veces, puede tardar 9 meses, pero en última instancia, se irá.

Conocer todo con respecto a estos efectos secundarios le permitirá prepararse para el procedimiento, le permitirá saber qué esperar después de la cirugía y le ayudará a alcanzar una perspectiva realista sobre los resultados.


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