Las cirugías de senos vienen con una lista de complicaciones que pueden desarrollarse. Una de las complicaciones que pueden surgir es la formación de un hematoma. Un hematoma es una acumulación de sangre que puede causar inflamación, sensibilidad o contusiones en la piel. El hematoma también puede infectarse, y si esto sucede, la paciente tendrá fiebre, ganglios linfáticos agrandados e inflamación.
El hematoma después de una cirugía de senos ocurre debido al trauma que experimenta el seno durante la cirugía. Debido a las incisiones hechas, los vasos sanguíneos pueden ser lesionados y esto puede causar una fuga de sangre que forma un hematoma. La formación de un hematoma es más común en las personas que han estado usando anticoagulantes durante mucho tiempo.
Si sospechas que tienes un hematoma, debes inmediatamente ir de nuevo a tu cirujano para comprobarlo. Una mamografía y una ecografía pueden determinar la presencia y el tamaño del hematoma. Si el hematoma es de tamaño pequeño, la mayoría de las pacientes lo dejarán sanar por sí solo. La mayoría de los hematomas pequeños pueden causar inflamación, pero la inflamación se desvanece cuando el hematoma desaparece. El hematoma será gradualmente reabsorbido por el cuerpo hasta que se elimine por completo. La cantidad de tiempo necesario para la reabsorción completa del hematoma varía según su tamaño y el propio cuerpo.
Por otra parte, si el hematoma es bastante grande, entonces necesita ser removido para prevenir cualquier complicación adicional. Un hematoma más grande puede conducir a la asimetría de los senos. Algunas personas también pueden notar un hematoma grande y pueden sentir mareos. No hay tratamiento disponible para un hematoma, pero puede ser removido cuando es lo suficientemente grande como para causar más daño o complicaciones. La aspiración múltiple y regular, la colocación de un drenaje o la cirugía se pueden utilizar para eliminar un hematoma grande.
El hematoma no se puede remover en una sola sesión de drenaje porque hay muchos coágulos de sangre que pueden bloquear la aguja a medida que se aspira el hematoma. Después de una semana o dos, será mucho más fácil drenar el líquido otra vez. Esta es la razón por la cual puede tomar varias sesiones eliminar el hematoma completamente del cuerpo.
Si el hematoma grande no se elimina, la sanación de la herida puede tardar más. Esto se debe a que el hematoma puede causar que la piel se estire y que la herida no se cierre correctamente, dando como resultado una cicatriz más ancha. El hematoma también obstaculiza el proceso de sanación porque no permite que los tejidos se toquen y sanen juntos dentro del seno. Además, la presencia de un hematoma también puede causar dolor debido a la presión que ejerce en los tejidos circundantes. Drenarlo ayudará a aliviar el dolor y proporcionar más comodidad para la paciente a medida que sana. El riesgo de desarrollar una infección también será mayor cuando hay un hematoma. Algunas personas también relacionan la posible aparición de la contractura capsular con el hematoma. Por lo tanto, puede causar una apariencia desagradable del seno. Es importante consultar con tu cirujano para discutir el mejor curso de tratamiento.