La mamoplastia de reducción es una intervención quirúrgica designada a resolver una cantidad de problemas causados por senos excesivamente grandes y flácidos. Los senos grandes pueden ocurrir debido al exceso de desarrollo del tejido glandular o la grasa que se encuentra normalmente en los senos. El incremento en el volumen y el peso de los senos puede llevar a un estiramiento y relajación de los ligamentos que soportan la glándula mamaria, causando la flacidez de los senos (también llamada ptosis mamaria) y la perdida de la forma de los senos.
Problemas asociados a los senos grandes
Los senos grandes pueden tener un impacto negativo en el estado emocional de una mujer, así como también, los senos pequeños pueden causar tristeza y vergüenza. Al mismo tiempo, hay problemas asociados con los senos excesivamente largos, como por ejemplo, incomodidad y dolor en la espalda, el cuello y los hombros. Usualmente, las pacientes con hipertrofia mamaria evitan bailar, hacer aeróbicos y otras actividades que llevan a la falta de balance del cuerpo y al vergonzoso movimiento de los senos.
Si esta condición no es tratada antes de que la paciente alcance la madurez, puede afectar de manera negativa la postura (la contractura muscular compensatoria determina la deformación de la columna). Al mismo tiempo, senos grandes y voluminosos bloquean el flujo natural del aire en el pliegue inframamario, causando dificultades para encontrar la vestimenta apropiada.
Opciones de tratamiento
El tratamiento de esta condición no es nuevo y ha sido realizado por cerca de 50 años. El propósito del procedimiento de reducción de seno es el de reducir el volumen y el peso de los senos y elevarlos a su posición normal. Esto implica la remoción de una gran parte de los tejidos mamarios y el restablecimiento del contorno natural de los senos, manteniendo al mismo tiempo las proporciones del resto del cuerpo. La reposición del complejo areola-pezón de acuerdo al nuevo aspecto de los senos también necesita ser realizado durante la reducción de mamoplastia.
Antes de la operación, a parte de los análisis usuales, la paciente necesita hacerse un examen de mamografía para saber antes de la cirugía si hay problemas desconocidos para poder ejecutar el plan terapéutico de acuerdo a esto.
Debido a que el procedimiento de reducción de seno es una cirugía compleja, es recomendable que la paciente esté en una buena condición de salud antes de la cirugía. Incluso un resfriado y el ciclo menstrual deberían ser evitados. Es también importante, que la paciente no se esté recuperando de otras cirugías o enfermedades. Las aspirinas deben ser descontinuadas de dos a tres semanas antes de la cirugía. La paciente también debe dejar de fumar por lo menos un mes antes y después de la intervención. El día de la cirugía la paciente no puede comer o beber nada.
La cirugía de reducción de seno es realizada bajo anestesia general dura de dos a tres horas.
La cicatriz tendrá forma de ancla, descendiendo desde el alrededor de la areola verticalmente hacia el pliegue mamario, donde una incisión horizontal será colocada con una extensión hacia el área del esternón y otra hacia la región lateral del seno. Es importante tener en cuenta que habrá cicatrices, incluso si están bien escondida en las líneas de contorno naturales del cuerpo. La mayoría de las cicatrices mejorarán su apariencia dentro de los seis a nueve meses después de la cirugía. Prioriza la discusión con tu cirujano sobre la localización y el largo de las incisiones durante la consulta inicial, ya que la mayoría de las pacientes tienen dificultad en aceptar la permanencia de las cicatrices después de la intervención.
Tubos de drenaje serán colocados en los sitios de incisión para prevenir la acumulación de sangre y para evitar ulteriores complicaciones. Los tubos de drenaje serán removidos por el cirujano plástico unos días después del procedimiento, cuando no haya más liquido drenando a través de ellos. El cirujano prescribirá antibióticos y analgésicos después del procedimiento para evitar infecciones y para ayudar a que la paciente maneje el dolor.
Lactancia Materna
Las complicaciones generales que pueden ocurrir después de cualquier tipo de intervención incluyen reacciones alérgicas a la anestesia, sangramiento, infección y necrosis de los tejidos blandos. Sin embargo, complicaciones específicas también son posibles.
Después de la intervención, la habilidad de amamantar de la paciente puede verse afectada. Si planeas tener otro bebé, la recomendación es que pospongas la intervención quirúrgica hasta que no planees tener más niños. Es importante tener en cuenta que otro embarazo puede modificar las dimensiones de los senos y puedes perder algunos de los resultados logrados después de la cirugía.
La dificultad con la lactancia materna es un aspecto que necesita ser considerado, especialmente por las pacientes más jóvenes que no han tenido hijos. El cirujano plástico debe asegurarse que la paciente entienda que éste es un riesgo que no puede ser prevenido. La remoción de una parte importante de la glándula mamaria ciertamente puede interferir con la lactancia. Es por esto, que es importante que la paciente sopese muy bien los pros y los contras de la intervención antes de programar el procedimiento.
El riego de que no puedas amamantar no es algo que se pueda evitar. Si el cirujano plástico te aseguró que esta complicación puede ser prevenida, debes buscar otro cirujano.
Conclusión
Los resultados del procedimiento de reducción de seno son extremadamente satisfactorios para la mayoría de las pacientes haciéndolo uno de los procedimientos más buscados. Sin embargo, es esencial para las pacientes, que tomen en cuenta que hay riesgos específicos asociados con el procedimiento. La inhabilidad de amamantar es una posibilidad que las pacientes deben estar preparadas a aceptar antes de decidirse a someterse al procedimiento.