Para las mujeres con senos demasiado pequeños en comparación con el resto de su anatomía, la cirugía de aumento de senos es una buena opción para obtener un cuerpo más armonioso. El aumento de senos se realiza generalmente con la paciente bajo anestesia general, y el tipo y volumen de los implantes se discuten y acuerdan durante la consulta preoperatoria. Después de que la paciente esté bajo anestesia general, el cirujano plástico hará incisiones en los senos.
Hay tres tipos de incisiones que pueden utilizarse para insertar los implantes de senos. Tenemos la incisión periareolar que se realiza alrededor del borde de la areola, una incisión en el pliegue inframamario, debajo de los senos, y una incisión en la axila. En términos generales, la incisión inframamaria es la preferida y recomendada por muchos cirujanos plásticos experimentados, ya que podemos introducir implantes de mayor volumen y la incisión puede ser utilizada nuevamente en caso de que se necesite una cirugía de revisión.
Una vez realizada la incisión, el cirujano creará un compartimiento para los implantes. El compartimiento se hace ya sea detrás de la glándula mamaria, el músculo pectoral, o en una posición intermedia llamada el doble plano. Esta posición significa que la parte superior del implante se coloca debajo de los músculos y la parte inferior debajo de la glándula mamaria. Esto asegura un aspecto natural de los senos después del procedimiento.
El compartimiento en el que se insertan los implantes de senos debe tener el tamaño perfecto para acomodar los implantes sin permitir que giren o se desplacen dentro de este. Después de que se insertan los implantes, el cuerpo creará un tejido fibroso alrededor de ellos para aislarlos del resto de los tejidos. Esto es algo normal y ocurre cada vez que se inserta una prótesis externa en el cuerpo. Sin embargo, esto puede llevar a una complicación desagradable llamada contractura capsular. La contractura capsular se define por el engrosamiento y endurecimiento del tejido fibroso alrededor de los implantes de senos. En algunos casos, el endurecimiento puede llevar a la deformación del seno e incluso al dolor.
La contractura capsular puede ocurrir incluso meses o años después de la cirugía de aumento de senos, y las pacientes deben prestar atención a los signos de endurecimiento y dolor anormal en los senos. En la gran mayoría de los casos se requiere una intervención quirúrgica para eliminar la cápsula que se ha formado.
La deformación después de un aumento de senos es una complicación y un resultado indeseable que se produce en raros casos. Sin embargo, las pacientes deben buscar ayuda médica inmediatamente ya que el dolor puede llegar a ser bastante intenso y puede llevar a la ruptura y fuga de los implantes, y esto es algo que debemos evitar.
Será muy fácil para un cirujano plástico experimentado diagnosticar una contractura capsular, así que asegúrese de programar una visita con su cirujano. Además, tenga en cuenta que no siempre es posible evitar la formación de una contractura capsular. Sin embargo, el uso de implantes de nueva generación ha reducido este riesgo considerablemente.