La reducción de senos es una intervención de cirugía plástica que puede tratar senos demasiado grandes, haciéndolos más pequeños y eliminando o reduciendo los síntomas asociados con la condición. Mientras que la mayoría de las mujeres desean tener senos más grandes, cuando los senos se vuelven demasiado grandes, no sólo crean problemas emocionales para la paciente sino que también desencadenan dolor físico como dolor de hombro y espalda.
La reducción de senos implica la extirpación del exceso de grasa, piel y tejido glandular de las mamas. Desafortunadamente, no todos los pacientes pueden calificar para la cirugía. También hay ocasiones en las que no es correcto que se someta a una reducción de senos. Tenga en cuenta que la reducción de senos es un procedimiento importante e invasivo. Como tal, el cirujano plástico evaluará su candidatura durante la consulta preoperatoria.
Si los senos demasiado grandes no están afectando su autoestima o si no están creando dolor físico y malestar para usted, debe evitar el procedimiento. La cirugía se recomienda sólo para mujeres que se sienten avergonzadas debido a los senos muy grandes y para aquellas que experimentan dolor en el cuello, los hombros y la espalda debido a los senos demasiado grandes.
En segundo lugar, la reducción de senos no es para usted si tiene problemas de salud graves. La cirugía es una intervención mayor, y usted debe considerarla sólo cuando los beneficios son mayores que los riesgos. Durante la consulta preoperatoria, el médico evaluará su estado general de salud y le dirá si es correcto que se someta al bisturí. Si usted tiene diabetes grave, cardiopatía, trastornos sanguíneos, problemas respiratorios o trastornos autoinmunitarios, el médico puede aconsejarle que evite el procedimiento.
Luego, si está embarazada o desea quedar embarazada, no es el momento adecuado para buscar una reducción de senos. El procedimiento se realizaría sólo cuando la paciente no quiere quedar embarazada. Realizar la cirugía durante el embarazo no sólo puede poner en peligro su vida, sino también la de su bebé. Cuando la paciente queda embarazada después de la cirugía, los resultados obtenidos con la operación desaparecen.
Además, muchas mujeres que desean someterse a una reducción de senos tienen objetivos poco realistas y expectativas poco razonables. Tenga en cuenta que aunque la cirugía puede mejorar sus senos y el contorno general de su cuerpo, no puede convertirla en otra persona o hacerla lucir como una celebridad. Usted debe establecer sus expectativas en consecuencia.
Por último, pero no por ello menos importante, la reducción de senos no está pensada para mujeres que no están preparadas para pasar por el proceso de recuperación. La cirugía implica tiempo de inactividad, y usted debe estar listo para ello. Usted debe tomar por lo menos dos semanas fuera del trabajo para recuperarse después de la cirugía. Además, la recuperación puede ser física y emocionalmente incómoda. Es una compensación por los objetivos estéticos que desea alcanzar. Durante la sesión de consulta, asegúrese de ser una buena candidata para la cirugía de reducción de senos.