Cuando se trata de cirugía plástica, no hay dudas que mientras mejor sea el tono de su piel, mejores son los resultados. Esto no es diferente cuando se trata de una figura con curvas, particularmente con una abdominoplastia. Las pacientes tienen una idea errónea de que al realizarse una abdominoplastia, esta resultará igual que su abdomen antes de dar a luz. Aunque hay algo de cierto en esto, la abdominoplastia tienen sus limitaciones. A pesar de su tono de piel, realizarse una abdominoplastia no traerá de vuelta la firmeza de su abdomen antes de ganar peso o antes del embarazo.
Se deben considerar dos factores claves en la determinación de la firmeza del abdomen luego de la cirugía. El tono de piel, el cual determina que tanto puede estirarse la piel, y el exceso de piel que es esencialmente más piel de la que debe tener en cualquier área anatómica determinada.
Por ejemplo, usted tiene un tono de piel relativamente bueno con exceso de piel. Si usted tiene este tipo de anatomía, su abdomen será significativamente firme luego de la cirugía. Si usted tiene pobre tono en la piel y exceso de la misma, su abdomen será más halagador y tendrá buena forma pero su piel se estirará significativamente.
Los pacientes tienen que entender que una abdominoplastia no puede deshacer el daño interno de la piel. Un cirujano plástico solo puede cortar la piel en el mejor de los casos. Los pacientes no se deben comparar así mismos con otros o esforzarse por un estándar ideal, ya que los tonos de la piel varían de acuerdo al individuo. Su cirujano tiene que explicarle la diferencia entre el tono de piel y el exceso de piel y lo que puede realísticamente esperar del procedimiento. Es importante para usted entender todos los factores involucrados, debido a que en última instancia, los resultados de su abdominoplastia serán relacionados con la anatomía de su cuerpo.