Mamoplastia de reducción es el término médico que utilizamos para la cirugía de reducción de senos. El procedimiento se realiza para reducir el volumen de los senos excesivamente grandes y hacerlos más proporcionales a las otras características del cuerpo de la paciente. Puede ofrecer resultados espectaculares en términos de la estética del cuerpo, pero también alivia las molestias emocionales y físicas asociadas con los senos demasiado grandes. Sin embargo, es importante para las pacientes interesadas en someterse a una cirugía de reducción de senos saber que hay consecuencias a largo plazo, como cualquier otra intervención quirúrgica, como por ejemplo:
– Quedan cicatrices permanentes
Esto es común para cualquier tipo de cirugía. Las cicatrices que quedan después de la cirugía de reducción de senos son alrededor de la areola, desde la areola hacia el surco submamario, y en el surco debajo de los senos. Las incisiones pueden ser más o menos significativas, dependiendo de la cantidad de tejido glandular que se vaya a extirpar. En general, si la cantidad de tejido glandular, cutáneo y graso a eliminar es considerable, es probable que las incisiones sean más largas.
Es importante que las pacientes entiendan cómo las incisiones se convertirán en cicatrices y que puede tomar hasta un año o más hasta que las cicatrices estén completamente sanadas. Durante este tiempo, las incisiones pasan por diferentes etapas y algunas veces pueden incluso verse peor que inmediatamente después de la cirugía. Esto es normal, y la paciente no debería preocuparse por esto. Una vez completado el proceso de cicatrización, las cicatrices deben verse como finas líneas blancas que son difíciles de notar cuando se usa ropa interior o incluso un traje de baño.
– Dificultades o imposibilidad de amamantar
Esta consecuencia es especialmente importante para las pacientes jóvenes. Debido a que el procedimiento se puede realizar incluso en adolescentes, es importante que el cirujano plástico y también los padres de la paciente se tomen el tiempo suficiente para explicar los problemas asociados con la lactancia materna después de la cirugía de reducción de senos. Para las pacientes que desean amamantar, la recomendación es programar la reducción de senos cuando sepan que han terminado de tener hijos. La cirugía de reducción de senos puede ocasionar dificultades con la lactancia materna o la imposibilidad de amamantar debido a la lesión de la red de conductos lácteos que ocurre cuando se realiza este procedimiento.
– Cambios en la sensibilidad del pezón
Debido a que el procedimiento implica una incisión alrededor del pezón y el complejo de la areola, y a menudo requiere reposicionamiento después de eliminar el exceso de tejido glandular, una consecuencia a largo plazo de la mamoplastia de reducción podría ser cambios en la sensibilidad del pezón. Los cambios pueden ser entumecimiento o aumento de la sensibilidad del pezón. A veces estos cambios son temporales, pero hay casos en los que se convierten en permanentes. Si los cambios en la sensibilidad todavía están presentes tres meses después del procedimiento, es probable que sean permanentes.