La encapsulación de un implante mamario que deriva en una contractura capsular es la complicación más común luego de una cirugía de aumento de senos. Es difícil determinar la incidencia exacta de contracturas escapulares, ya que se ha demostrado que son distintas las variables que pueden afectar la manifestación de este problema. Por ejemplo, existen implantes salinos e implantes de silicona. Se acepta universalmente que los implantes de silicona producen un mayor riesgo de contractura capsular, sin embargo, esto está cambiando gracias a nuevos implantes que tienen un mejor revestimiento y un menor potencial de generar una reacción por parte del tejido en contra la silicona. Además, el revestimiento del implante puede producir variaciones en la incidencia de la contractura capsular. El revestimiento del implante es esencialmente la bolsa que lo contiene, y este revestimiento puede ser texturizado o liso. Se acepta que la incidencia de la contractura capsular para implantes texturizados es mucho menor cuando se posicionan delante del músculo, pero cuando se posicionan debajo del músculo ambos tipos de revestimiento tienen incidencias similares de contractura capsular. El posicionamiento del implante también afecta la incidencia de la contractura capsular; generalmente se acepta que si el implante se ubica debajo del músculo, hay menor probabilidad de desarrollar esta complicación.
En una estimación conservadora, y asumiendo que el cirujano está usando un numero específico de implantes, la incidencia de contractura capsular puede variar alrededor del 10% en 10 años. Estas son las contracturas capsulares que requieren una revision de la cirugía. En otras palabras, la incidencia puede ser mucho más alta, pero las otras contracturas capsulares no causan distorsiones significativas, dolor o un nivel de satisfacción tal que la paciente requiera de intervención quirúrgica. La incidencia está probablemente relacionada a la combinación de variables locales del seno y de la paciente combinado con los diferentes tipos de implantes que son usados para el aumento de seno. Esto es obvio considerando el hecho de que es más común que la contractura ocurra en ambos senos que sólo en un lado. Una buena noticia es que no pareciera existir respuesta inmune del cuerpo que resulte en contractura capsular.
Lamentablemente, el que yo les entregue la incidencia exacta de contractura capsular dependerá de cómo se realice el estudio científico; qué tipo de implante fue usado, el tiempo que ha pasado desde la cirugía, el sistema de graduación, etc. Todas estas deficiencias han resultado en promedios de contractura capsular que pueden llegar a ser tan altos como un 80%, pero como mencioné antes, en la práctica de la mayoría de los cirujanos, el número es que 10% de las pacientes experimentarán síntomas de contractura capsular que requerirá de intervención quirúrgica.