Hay tres ubicaciones anatómicas en que un implante se puede insertar durante una cirugía. Existe una ubicación sobre el músculo, está la ubicación dentro del músculo, y está la ubicación bajo el músculo. De todas estas ubicaciones anatómicamente diferentes, la que hace mayor sentido y la única que recomiendo es realizar la inserción del implante dentro del músculo. Cuando el procedimiento es realizado, me gusta hacer una disección bajo visión directa, y esencialmente el músculo del glúteo es separado en dos al insertar el implante dentro del músculo. Ésta es la mejor opción por la siguientes razones:
1. Entrega apoyo al implante evitando que caiga.
2. Cubre al implante, lo que previene que sus bordes sean vistos en los lados.
3. Disminuye el riesgo de contractura capsular.
4. En el caso de que la incisión se abra, entrega cobertura y evita infección del implante.
5. Ayuda a evitar desplazamiento del implante de glúteo a un lugar anatómico incorrecto o que el implante se de vuelta de arriba abajo.
Es esencial, y particularmente con el implante que tenemos en los Estados Unidos, poner al implante dentro del músculo. El implante es un poco más firme que otros implantes en otros países, lo que significa que el tejido suave que lo cubre es de crucial importancia para evitar las complicaciones que mencioné antes. En esencia, si alguien realiza un aumento de glúteos con implantes, las otras ubicaciones incluyen la sub fascia, que no entrega suficiente cobertura de tejido suave, y bajo el plano submuscular es muy arriesgado porque estructuras mayores como los nervios de la pierna se cruzarán bajo el músculo, particularmente en la parte inferior de los glúteos, creando problemas con compresión y dolor, entre otros. El posicionamiento intramuscular del implante es la mejor ubicación para una cirugía más exitosa que cualquier otra, que tiene mayores limitaciones que limitarán la forma de los glúteos que podemos lograr y, al mismo tiempo, aumentarán la tasa de complicación.