Cuando se trata del tamaño y peso excesivos de los senos afectados por la hipertrofia, la mayoría de las pacientes que se enfrentan a la situación intentarían cualquier cosa sólo para obtener alivio de las molestias asociadas con tener senos que son demasiado grandes para la anatomía de la mujer. A pesar de lo que la gente pueda creer, una mujer rara vez está contenta con senos que son excesivamente grandes, especialmente porque a menudo desencadenan condiciones de salud como dolor de espalda, cuello y hombros y dificultades para realizar actividades físicamente exigentes.
La hipertrofia de los senos puede tener muchas causas y puede ocurrir en diferentes momentos de la vida de la paciente. El desarrollo excesivo de los senos puede ocurrir ya en la adolescencia, cuando la glándula mamaria aún está creciendo. Esto significa que hay niñas de no más de 13 o 14 años que tienen senos demasiado grandes en comparación con el resto de su anatomía. Una cosa común que estas niñas hacen para deshacerse de los senos excesivamente grandes es perder peso. Se someterán al hambre y a todo tipo de dietas con la esperanza de que si pierden peso, sus senos se harán más pequeños. Pero esto rara vez sucede, ya que a esa edad los senos aún se están desarrollando y creciendo, sin reducir su tamaño.
Otras mujeres que consideran la pérdida de peso como un método para reducir el tamaño de los senos son las que han dado a luz y terminado de amamantar sólo para notar que sus senos no están volviendo al tamaño y forma que tenían antes de que ocurriera el embarazo.
En ambos casos, perder peso para reducir el tamaño de los senos no ayudará a la mujer a lograr los resultados deseados. En primer lugar, la pérdida de peso afecta al tejido graso de todo el cuerpo, no sólo de los senos. Esto puede significar que la paciente perderá peso de otras áreas del cuerpo, y la apariencia general de la silueta será diferente. Sin embargo, esto no significa que los senos vayan a reducir su tamaño considerablemente. Los senos están hechos de tejido glandular, tejido graso y piel. Cuando la pérdida de peso ocurre, las células grasas en los senos pueden reducir su volumen y puede ocurrir un cambio, pero la pérdida de peso no afectará el tejido glandular.
Los efectos que la pérdida de peso tiene en los senos generalmente están asociados con la ptosis en los senos. En otras palabras, cuando usted pierde peso, lo más probable es que los senos no pierdan volumen, pero pueden caerse. Esto sólo creará una imperfección adicional que requerirá que se corrija la cirugía plástica.
Perder peso no es una solución para reducir el tamaño de los senos, ya que esto es algo que sólo se puede lograr con la ayuda de la cirugía plástica. La pérdida de peso puede tener efectos perjudiciales en el cuerpo y en el estado de salud de la paciente, por lo que sería mejor programar una consulta con el cirujano plástico para conocer las opciones disponibles para la reducción de senos.